El Jefe de Gobierno Jorge Macri instruyó a la Policía de la Ciudad a exigir limpieza inmediata cuando se desparraman residuos y, si hay negativa, aplicar sanciones según el Código Contravencional

Orden en la calle y responsabilidad en el momento

Para sostener la higiene urbana y el respeto por el espacio compartido, la Ciudad reforzó controles alrededor de los contenedores, con cuadrillas y patrulleros que actúan si detectan basura desparramada o maniobras que rompen el mobiliario.

La instrucción es concreta: si una persona o grupo remueve residuos y ensucia, los efectivos y agentes en calle deben exigir que limpien y ordenen de inmediato el lugar antes de retirarse.

Si hay negativa o resistencia, se labra acta y se avanza con la sanción prevista por la normativa vigente, articulando con inspectores y fiscalía según cada situación y sin dilatar la respuesta.

“Di la orden al Ministerio de Seguridad y a la Policía de la Ciudad que, si encuentran a alguna persona o grupo de personas removiendo basura de los contenedores y ensuciando nuestra ciudad, les exijan que limpien y ordenen todo de inmediato. Si se niegan, que los sancionen según la normativa vigente”, sostuvo el Jefe de Gobierno, Jorge Macri.

Qué dice el Código Contravencional

El artículo 94 (“Ensuciar bienes”) establece que quien mancha o ensucia bienes públicos o privados puede recibir de 1 a 15 días de trabajos de utilidad pública o de 81 a 1217 unidades fijas de multa.

La sanción se eleva al doble si la acción se realiza desde un vehículo motorizado o sobre estatuas, monumentos, templos religiosos, escuelas, hospitales, edificios o lugares públicos, estaciones y vagones de subte o tren.

Si se trata de bienes privados, la acción es dependiente de instancia privada, excepto en templos religiosos; la unidad fija vigente se informa en $731,62 como referencia para el cálculo de la multa.

Contenedores: cuántos hay y qué cambió

Hoy la Ciudad cuenta con 33.045 contenedores distribuidos en todos los barrios: 28.456 negros y grises para residuos generales y 4.589 verdes para reciclables, con rutas de recolección diferenciadas.

Para blindar el servicio frente al vandalismo, ya se instalaron 7.000 contenedores antivandálicos en puntos críticos, priorizando esquinas con mayor cantidad de reportes por desorden o roturas.

Estos nuevos modelos suman una tapa con resorte y sistema “buzón” que facilita el ingreso de bolsas y dificulta extraerlas, evita el derrame de líquidos y desalienta que alguien se meta adentro.

Además, su diseño reduce la posibilidad de cargar residuos voluminosos que dañan y traban el mecanismo, como escombros o muebles, que tienen un circuito de retiro aparte y gratuito.

Vandalismo: datos del primer semestre

Entre enero y junio, se vandalizaron 25.546 contenedores, un promedio superior a 4.200 por mes según los registros del área y las denuncias vecinales que ingresan a diario.

En la mayoría de los casos la reparación fue posible con repuestos como pedales, tapas o tensores; en otros, el daño fue total y hubo que reemplazar el cuerpo completo del contenedor.

Los verificadores realizan control de calle para detectar rápidamente unidades dañadas y activar arreglos, mientras que la distribución antivandálica se concentró donde más reclamos hubo.

Horarios, hábitos y circuitos especiales

Para ordenar el servicio y evitar olores o roturas, la basura domiciliaria se saca de 19 a 21 de domingo a viernes; respetar esa ventana facilita la recolección y mantiene las veredas limpias.

Los comercios gastronómicos deben separar residuos y usar bolsas cerradas; tirar desechos sueltos o fuera de horario multiplica desbordes, obstrucciones y animales hurgando durante la noche.

Para residuos voluminosos o restos de obra chica, la Ciudad ofrece retiro gratuito coordinando por BOTI o la Línea 147; así el contenedor no sufre y la cuadra no se llena de escombros.

Cuidar lo que es de todos: paso a paso en la cuadra

Si ves un contenedor roto o rebalsado, hace falta reportarlo con dirección exacta y foto: el aviso activa cuadrillas y evita que el problema se traslade a la próxima esquina.

Si alguien desparrama residuos al buscar materiales, la indicación es avisar al 911 o a un agente cercano para que intervenga, pida ordenar y, de ser necesario, labre el acta correspondiente.

Cuando el contenedor está lleno, no hay que dejar bolsas a su alrededor: es mejor caminar media cuadra hasta el siguiente; esa decisión sencilla evita que la vereda se convierta en un basural.

Para reciclables, usá el contenedor verde o acercalos a un punto verde; mezclar todo en el negro/gris hace que materiales valiosos terminen en relleno y se pierda el esfuerzo de separación.

Preguntas frecuentes de la vereda

¿Puedo dejar muebles viejos al lado del contenedor? No. Coordiná el retiro grande por BOTI o 147 y esperá al camión específico; así evitás multas y cuidás al resto del barrio.

¿Se puede revisar el contenedor? No está prohibido mirar, pero sí ensuciar, romper o desparramar: si pasa, te pueden exigir limpiar y sancionar por el artículo 94 del Código Contravencional.

¿Qué pasa si el contenedor pierde líquido? Es señal de bolsas rotas o restos mal dispuestos. Reportalo y, mientras tanto, cerrá bien tus bolsas para que los lixiviados no manchen veredas.

¿Cómo identifico los antivandálicos? Son más robustos y tienen tapa tipo buzón con resorte; dejan entrar las bolsas pero no permiten retirarlas fácilmente ni depositar objetos enormes.

Trabajo coordinado y presencia en calle

La combinación de patrullaje, verificadores y respuesta de mantenimiento busca que los daños no se acumulen y que cada cuadra recupere el orden en poco tiempo.

Las cuadrillas priorizan esquinas con mayor tránsito peatonal, escuelas, centros de salud y nodos de transporte, donde un contenedor roto genera más impacto y riesgos de suciedad.

Cuando hay eventos masivos o fines de semana largos, se refuerzan turnos y recorridos para prevenir desbordes, con más camiones y presencia de inspectores en horarios pico.

El rol de comercios y consorcios

Los locales que generan alto volumen deben adaptar rutinas y separar en origen; sacar bolsas fuera de horario o arrojar restos sin cerrar termina afectando a toda la cuadra.

En edificios, los consorcios pueden sumar cartelería simple en PB con horario de sacado, ubicación del contenedor más cercano y tips para evitar roturas y derrames.

Si hay obras, los restos de mampostería no van al contenedor; se gestiona retiro o volquete autorizado para no dañar equipos públicos ni obstruir la recolección.

Higiene que se nota: resultados y metas

Con los 7.000 antivandálicos ya colocados, bajaron los reportes en zonas críticas y mejoró la limpieza en veredas históricamente conflictivas por desborde o vandalismo.

El objetivo es extender este esquema a más puntos y mantener un monitoreo constante que ajuste recorridos, repuestos y tiempos de respuesta según la temporada.

Nada de esto funciona sin la pata vecinal: avisar, respetar horarios y separar son decisiones de todos los días que hacen visible la diferencia cuadra por cuadra.

 

Por Pablo L.