La Policía de la Ciudad intervino en una vivienda tomada que generaba conflictos vecinales y estaba en riesgo de derrumbe

Una casa marcada por las denuncias

En el corazón de Villa Crespo, sobre la avenida Juan B. Justo al 1900, la Policía de la Ciudad intervino en una vivienda ocupada de manera ilegal. El lugar acumulaba quejas de vecinos por peleas, robos y venta de drogas, además de presentar un estado edilicio preocupante que hacía temer un derrumbe.

El operativo terminó con dos hombres detenidos por resistencia a la autoridad. La casa fue clausurada por la Dirección de Guardia de Auxilio y Emergencias debido a que no ofrecía condiciones mínimas de seguridad para permanecer en pie.

Los vecinos habían denunciado que desde esa vivienda salían discusiones violentas que se trasladaban a la calle, generando destrozos en vidrios de negocios cercanos y hasta ataques a autos estacionados. El malestar barrial se transformó en una constante hasta que la Policía concretó la intervención.

La palabra oficial

El Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, celebró el procedimiento y remarcó que la gestión avanza contra las usurpaciones. “Liberamos una propiedad usurpada en Villa Crespo”, expresó en redes sociales, resaltando que la convivencia vecinal y el orden no pueden estar en juego frente a estas situaciones.

“En la Ciudad, el orden no se negocia” (Jorge Macri)

Desde el Ejecutivo porteño señalaron que este tipo de operativos buscan frenar tanto los conflictos de convivencia como los focos delictivos que alteran la vida en los barrios. El objetivo es devolver las propiedades a sus dueños legítimos y recuperar la tranquilidad de la zona.

Una política sostenida de operativos

Este procedimiento en Villa Crespo forma parte de un plan más amplio que ya suma más de 400 recuperaciones de viviendas y terrenos tomados. En cada caso, las propiedades fueron restituidas a sus dueños para garantizar el derecho de propiedad y la seguridad vecinal.

No se trata solo de viviendas: también hubo acciones masivas en espacios públicos. En Once, Flores, Parque Centenario, Constitución y Chacarita, entre otros puntos, se desalojaron manteros que vendían mercadería sin control, generando competencia desleal y obstruyendo la circulación.

Los megaoperativos incluyeron además el desmantelamiento de ferias ilegales y ranchadas en lugares emblemáticos como Retiro, Plaza Lavalle, Congreso y el propio Aeroparque Jorge Newbery. El propósito fue recuperar veredas, plazas y pasajes que estaban ocupados y devolverlos al uso comunitario.

Más allá de Villa Crespo

La estrategia del Gobierno porteño también se concentra en combatir otras prácticas ilegales que afectan a los vecinos. Uno de los blancos principales fueron los trapitos, que en eventos masivos como el partido de la Selección frente a Venezuela, extorsionaban a automovilistas para estacionar en la vía pública.

En paralelo, se envió a la Legislatura un proyecto de ley que propone endurecer las sanciones contra quienes extorsionen o amenacen a los conductores. La idea es terminar con estas prácticas que generan miedo e inseguridad en la calle.

Los operativos de recuperación, tanto de casas como de espacios públicos, forman parte de una política que busca poner un límite claro: la convivencia barrial no puede estar condicionada por la violencia ni la ilegalidad. El caso de Villa Crespo es uno más en un listado que sigue creciendo.

Para muchos vecinos, la noticia de este operativo trajo alivio. La recuperación de la vivienda no solo apuntó al orden legal, también significó recuperar la calma en una zona que venía conviviendo con miedo e incertidumbre.

La Ciudad sostiene que continuará con estas acciones en todos los barrios donde haya denuncias y reclamos vecinales. La meta es clara: evitar que la ilegalidad gane espacio y garantizar que cada vecino pueda vivir en un entorno seguro.

Por Pablo L.