Con sistema “buzón”, cierre automático y menos basura en la vereda, la apuesta es ordenar los puntos críticos y mejorar la recolección afectada por el mal uso

¿Qué cambia con estos nuevos contenedores?

Los flamantes equipos traen una tapa con resorte que cierra sola, así las bolsas caen adentro y no quedan a medio camino ni se pueden sacar con la mano.

El diseño tipo “buzón” evita que la boca quede abierta y atraiga roedores, a la vez que ordena el gesto simple de tirar la bolsa sin ensuciar alrededor.

La apuesta central es clara: menos residuos desparramados y más veredas limpias, sobre todo en esquinas con mucho movimiento de gente y comercios.

Cómo empezó y qué resultados se vieron

En enero se probó en Retiro y Recoleta y los vecinos notaron menos basura en el piso, un dato que empujó a escalar la instalación a toda la Ciudad.

Según el monitoreo de calle, las incidencias bajaron en los accesos más conflictivos, donde antes se apilaban bolsas afuera del contenedor.

Ya se colocaron 2.500 unidades en los perímetros más complicados y el plan es llegar a 7.000 contenedores antivandálicos en los próximos meses.

“Comenzamos a implementar criterios distintos para mantener la limpieza en torno a los contenedores”, dijo Jorge Macri. “Estos nuevos contenedores son una respuesta concreta y necesaria para reducir drásticamente el diseminado de basura”, remarcó Ignacio Baistrocchi.

Cómo funciona el “buzón” y por qué ayuda

Al apoyar la bolsa, la tapa cede lo justo y vuelve a cerrarse, dejando el contenido dentro y cortando el hábito de hurgar o dejar cosas afuera.

Ese gesto simple reduce olores, vuelcos y roturas, y baja la chance de que el viento, los perros o las lluvias dispersen residuos por la cuadra.

Otra ventaja es que dificulta que se depositen voluminosos, esas cosas grandes que no van en el contenedor y lo terminan dañando o trabando.

¿Qué es “residuo voluminoso” y qué hago si tengo?

Hablamos de muebles, colchones, electrodomésticos, maderas y escombros, piezas que tapan bocas de tormenta y complican la recolección.

Para eso existe un retiro gratuito: se agenda por el 147 con día y horario, se deja en la vereda a la hora pactada y se evita ensuciar la cuadra.

Si dudás, la regla es sencilla: si no entra fácil y completo, no va al contenedor; mejor coordinar el retiro y evitar multas o reclamos del consorcio.

Buenas prácticas que ordenan el barrio

La Ciudad recuerda que la basura domiciliaria se saca de 19 a 21, de domingo a viernes; fuera de ese horario, la bolsa suele quedar dando vueltas.

Los comercios gastronómicos deben separar y embolsar correctamente, nada de tirar desechos sueltos que rompen bolsas y generan malos olores.

Si encontrás un contenedor roto o desbordado, reportalo por Boti o al 147; cuanto antes se avisa, más rápido se repara o retira lo acumulado.

¿Dónde se colocaron y cómo se eligen los puntos?

El despliegue arrancó en Retiro y Recoleta, zonas con alto flujo y quejas por residuos, y seguirá por los barrios con más reportes de desparramo.

La definición de puntos viene de verificadores de calle y del sistema “Ojos en Calle”, que cruzan reclamos vecinales con recorridas diarias.

La meta es que cada cuadra tenga la capacidad justa: menos desbordes, menos roturas y un servicio más previsible para todos.

Ventajas frente a los modelos anteriores

El cierre automático reduce accesos indebidos al interior del contenedor, preserva la higiene y baja el desgaste por apertura forzada.

La estructura reforzada aguanta mejor golpes y vandalismo, con piezas más resistentes que facilitan la reparación por partes si hace falta.

Con menos roturas, la logística de recolección se vuelve más estable y se evitan demoras por equipos fuera de servicio o mal cerrados.

Lo que sí y lo que no va al contenedor

Sí: bolsas cerradas con residuos domiciliarios comunes, sin líquidos sueltos ni puntas que rompan el plástico al caer.

No: escombros, restos de poda, artefactos, muebles, chatarra ni cajas gigantes; eso va por retiro especial coordinado.

Para reciclables, usá los contenedores verdes o puntos verdes; al separar, el resto húmedo baja y la cuadra se mantiene mejor.

Rol del vecino: pequeño esfuerzo, gran diferencia

Antes de salir, asegurate de que la bolsa esté bien cerrada y que no pierda líquidos; dos segundos de cuidado evitan un lío en la vereda.

Si el contenedor está lleno, buscá el de la otra esquina o esperá al próximo horario; dejar la bolsa afuera multiplica la suciedad.

En edificios, coordinen un lugar de acopio interno y bajen en franja horaria; así se ordena el hall y la cuadra no se sobrecarga de golpe.

Fiscalización y cuidado del espacio público

Los equipos de control relevan contenedores vandalizados o mal usados y disparan reparación, limpieza y, si corresponde, sanciones.

Cuando el entorno queda sucio por hurgar o desarmar bolsas, se exige recomponer de inmediato y se actúa según normativa vigente.

La prioridad no es multar: es que la cuadra vuelva a estar limpia cuanto antes, porque la higiene impacta directo en la salud del barrio.

Comercios y rubros sensibles

Locales gastronómicos y afines deben usar bolsas resistentes y separar lo orgánico de lo reciclable para evitar derrames y olores.

Cartones y plásticos limpios tienen que ir a circuito de reciclado, no al contenedor gris; eso aligera la carga y suma al ambiente.

Si tu rubro genera restos especiales, consultá gestión diferenciada en el 147 para evitar infracciones y mantener orden la cuadra.

Qué hacer en días de lluvia o vientos fuertes

Cuando sopla fuerte, retrasá la bajada de bolsas a la franja horaria y asegurate de apoyarlas bien dentro del buzón para que no vuelen.

Si llueve mucho, evitá dejar cartones y cajas a la intemperie; se desarman, tapan sumideros y hacen más pesado el retiro.

Ante anegamientos, no deposites nada fuera del contenedor; la corriente arrastra residuos y empeora el drenaje del barrio.

¿Cómo sigo el avance en mi zona?

El despliegue se actualiza por barrios y se priorizan los puntos con más reportes; si ves mejoras o fallas, dejá tu comentario por Boti.

Cuanto más precisa la info vecinal, más fino el ajuste de recorridos y reposiciones; la calle se ordena con datos y constancia.

La idea es llegar a mayo con la meta de 7.000 y seguir afinando según lo que pase en cada cuadra, sin recetas iguales para todos.

Recomendaciones rápidas para pegar en la heladera

Horario: de 19 a 21, domingo a viernes; fuera de esa franja, la bolsa corre riesgo de romperse o quedar tirada.

Bolsa: cerrada, sin líquidos, sin puntas; si gotea, doble bolsa; si pincha, recortá las puntas antes de cerrar.

Reporte: roturas o desbordes por Boti/147; fotos y ubicación ayudan a que el pedido salga más rápido.

Una tarea compartida: Estado y vecinos

La Ciudad invierte en mejores equipos y recorridos, pero la limpieza cotidiana se define en la vereda, con hábitos simples de cada uno.

Si cada edificio baja en horario y usa bien el buzón, la diferencia se nota en una semana: menos bolsas afuera y menos olor en la esquina.

El objetivo no es solo “que no se vea feo”: es bajar focos de infección, evitar plagas y ganar una ciudad más amable para caminar.

 

Por Pablo L.