Sobre el final, Merentiel definió en el área y clavó el agónico 1-0 para darle la victoria al equipo de Almirón sobre Argentinos.
No tiene una sola fórmula este Boca. Le gana a Racing pasándolo por arriba y después también a Colo Colo en Chile. Cambia para visitar a River, no le sale como esperaba y termina perdiendo sobre la hora, con polémicos fallos arbitrales que le valieron dos fechas parado a Herrera. Vuelve a una propuesta ofensiva y gana bien ante Belgrano. De nuevo se tira atrás para jugar frente a Argentinos en La Paternal y se le presenta un partido cuesta arriba. Pero últimamente, salvo por el tropezón en el Monumental, todo le sale bien a este Boca en racha. Tanto que se llevó un agónico triunfo 1-0 ante Argentinos en un estadio en el que no ganaba desde hacía cinco años.
Si bien hay precauciones que Jorge Almirón decide tomar de acuerdo a los rivales, ya sea primero River y después el Bicho como visitante, en ambas ocasiones su equipo bajó mucho su rendimiento, tanto en protagonismo, posesión de la pelota y llegadas al arco.
En La Paternal, jugó muy lejos del arco rival. Primero, le costó hacer pie frente a un rival agresivo para presionar y marcar, estuvo muy incómodo, y dependió de poder zafar de esa primera presión para llevar peligro con alguna corrida a campo abierto.
Ramírez no apareció, Payero no estuvo cómodo tan lejos del arco rival y Benedetto quedó muy aislado. Para colmo, Advíncula y Villa fueron más volantes que delanteros y tuvieron muchos metros por recorrer. Tanto que el colombiano cada vez que la recibía se encontraba en la línea de la mitad de la cancha y rodeado de varios rivales. La única que pudo escapar se la quitaron desde atrás cuando se iba solo. Y la otra que tuvo Boca fue gracias a un pase de Advíncula que dejó a Weigandt mano a mano con el arquero Martín Arias, que la sacó con el pie.
Argentinos, un equipo mucho más armado por el tiempo que lleva con Milito, fue el que propuso, manejó el partido y merodeó permanentemente por el área de Chiquito Romero, aunque con la lesión de Ávalos perdió mucho peso ofensivo. La más clara la tuvo en el segundo tiempo con un remate de Heredia dentro del área que llegó a trabar Roncaglia, dio en el travesaño y cayó en las manos de Romero. Y después, no mucho más de riesgo, sólo tenencia y aproximaciones.
Para el segundo tiempo, Almirón corrigió mucho con el ingreso de Varela por Ramírez, su equipo se acomodó mejor en campo propio y, sin poder hacerse dueño del partido, mantuvo el peligro latente en el arco rival. Pero le faltaba siempre algo para poder concluir las jugadas, quedaban a medio camino. Hasta que llegaron los cambios que renovaron las energías, Briasco armó una buena jugada por la izquierda, Advíncula sacó un centro bajo de zurda y Merentiel anticipó en el primer palo para darle a Boca un agónico triunfo en La Paternal. El que quiere celeste…