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Proponen que los albergues transitorios no limiten el ingreso de parejas

Un proyecto del legislador Sergio Abrevaya impulsa que los “telos” se abran a tríos, swingers y también turistas solos que buscan un alojamiento más baratos.

El legislador porteño Sergio Abrevaya (del partido GEN) presentará un proyecto de ley sobre los Albergues Transitorios, y una de las modificaciones será eliminar la restricción de capacidad de las personas en las habilitaciones:

“La cantidad de personas debería adecuarse al espacio mínimo de la habitación, y no limitarla a dos personas sin considerar las cuestiones espaciales de las habilitaciones…”, dice el escrito.

Los otros puntos tienen que ver con pedidos históricos por parte de los propietarios. La actividad está regulada por el código de “Habilitaciones y verificaciones“.

Ese código se promulgó en 1978, en plena dictadura militar. Los AT formaban parte de las actividades consideradas como “Usos tolerados“.

“Son aquella actividades que no son honorables ni reconocidamente útiles“, explica el documento redactado en 1978.

“Cuyo ejercicio, en caso de ser habilitado por la Municipalidad, con sujeción a ciertas reglas y condiciones, no tiene derechos adquiridos“.

El proyecto de ley les permitiría, también, y entre otras modificaciones, hacer publicidad en vía pública y medios de comunicación, colocar carteles del tamaño que elijan, ofrecer un servicio de bar sin limitaciones y competirle a los hoteles tradicionales.

“Los clásicos están destinados al turismo y están concentrados en las zonas céntricas y turísticas”, analiza Abrevaya. “Pero en los barrios como Villa del Parque, Floresta o Lugano prácticamente solo hay albergues transitorios.

El proyecto propone que el que visite la Ciudad y quiere usar un alojamiento por un par de horas, pueda ir al hotel alojamiento y se evite el pago de 24 horas de hotel, como ocurre en distintas ciudades del exterior”.

Poder promocionar sus servicios les permitiría, entre otras opciones, comunicar que está permitido el ingreso de una sola persona por habitación, algo desconocido por los vecinos, en los hoteles de la Ciudad.