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El verano imperfecto: a pesar de la sensación de mal clima, los expertos afirman que enero fue normal

Este enero, las charlas de ascensor vienen más cargadas que nunca. Es que todos tienen algo que decir acerca del clima. Las inundaciones en el litoral del país traen preocupación y consecuencias devastadoras. En Buenos Aires, se repiten las quejas en torno a las lluvias muchos están convencidos de que hace menos calor que otros años.

En Mar del Plata, las variaciones no fueron muy diferentes. El lugar más popular de la costa atlántica suele tener 94.9 ml de lluvia en enero: por el momento, sólo se alcanzaron 59,4.En total, solo se pudo disfrutar de una semana perfecta de playa.

Las temperaturas máximas de “la feliz” fueron completamente normales: promediaron los 25,7°. Lo mismo puede decirse de las mínimas. Su media se acercó a los 15°, igual que casi todos los años. Eso sí, se experimentaron tres irrupciones de aire frío, que resultaron en temperaturas muy bajas por la mañana (por debajo de los 10°).

Más allá de ese percance, la mitad del mes superó los 27° en algún momento de la jornada y, además, hizo más de 30° grados en cuatro oportunidades. Como dice la canción, “no culpes a la noche, no culpes a la lluvia, no culpes a la playa”… porque la costa bonaerense nos regaló una buena térmica.

Todo hace que la percepción de la gente sea de un verano atípico, pese a que se están registrando valores de temperaturas y lluvias que no salen de lo normal.

Recién se podrá decir si el verano es atípico o no una vez finalizado febrero y analizados los datos de diciembre, enero y febrero, ya que esos son los meses que constituyen el verano para las estadísticas meteorológicas”.

En la Patagonia, los diez primeros días del mes fueron bastante más fríos que el promedio. Esto se revirtió del 10 al 20 de enero, cuando se observaron temperaturas más cálidas que lo habitual.

Lo mismo ocurrió en el centro y norte argentino, donde la térmica estuvo un poco por debajo de lo usual -sobre todo en Córdoba y Santiago del Estero-, pero sin resultar anormal. El fenómeno encuentra su raíz en la presencia de lluvias y nubes.

Desde el Servicio Meteorológico Nacional indican que las condiciones climáticas mensuales varían alrededor de valores medios: se espera que haya alternativamente años más o menos cálidos, con más o menos lluvias, con mucha humedad o poca. Pero si ciertas condiciones extremas se repiten constantemente, es entonces cuando hay que prestar atención.

Pese que las lluvias ocurridas en Corrientes, Entre Ríos, Chaco y Santa Fe -que llevaron a la declaración de una “emergencia hídrica”- no son extrañas para el lugar, muchos los relacionan con el cambio climático. Desde hace 20 años, son cada vez más frecuentes.