El Gobierno oficializó este domingo la extensión de la cuarentena dispuesta por la pandemia de coronavirus hasta el 16 de agosto inclusive y el decreto ordenó que las reuniones sociales y familiares quedan prohibidas en toda la Argentina. Pero en Corrientes se rebelaron y anunciaron que no acatarán esta última medida.
Según informó el diario local El Litoral, el Secretario General de la provincia, Carlos Vignolo, confirmó que «no hay razones para que Corrientes cambie«.
Con estas palabras, dejó claro que la provincia no acatará el decreto del presidente Alberto Fernández, que prohíbe las reuniones sociales. «Nosotros estamos bien, en una situación sanitaria buena, sin circulación viral comunitaria, así que no hay razones para suspender las encuentros sociales y familiares», dijo Vignolo en declaraciones radiales.
Según el funcionario, la interpretación del Decreto de Necesidad y Urgencia, que el domingo firmó Fernández, permite a la provincia mantener su actual status, sin cambio alguno. «La misma norma nacional deja a salvo algunas excepciones, entre las que Corrientes funda la decisión de no prohibir las reuniones sociales», continuó.
A pesar de ello, aclaró que «nunca estuvieron permitidas las fiestas». «Sólo reuniones familiares, con amigos y hasta un máximo de 10 personas. No nos podemos relajar. Hay que controlarnos», concluyó Vignolo.
Según la norma correntina de salud, las reuniones sociales o familiares están permitidas desde el jueves y hasta el domingo y sólo hasta la 1 de la mañana.
El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, hizo principal énfasis este domingo en que los nuevos brotes de coronavirus en el país tienen «casi siempre» origen en una reunión social.
«Cuando empezamos la investigación de los brotes siempre el origen, o casi siempre, era una reunión familiar, o de jóvenes o de una guardia en un hospital para tomar mate. Las reuniones tienen un impacto y magnitud. Por eso el énfasis del Presidente», dijo González García.